Aprovecha nuestra oferta de 3x2 en productos de Hierro para miembros Advantal. Regístrate ahora
Advantal FAQs
Encuentra las preguntas más comunes sobre nuestros productos y servicios.
¿No encuentras respuesta?
Ponte en contacto directamente con nosotros y resolveremos todas tus dudas.

Aunque la función de cualquier tipo de hierro es aumentar los niveles de este metal en sangre, no todos son iguales. Existen dos grandes tipos de suplementos de hierro a tener en cuenta:
Sales de hierro sin encapsular: Generalmente son más baratos pero suelen producir bastantes efectos adversos gastrointestinales tales como nauseas, estreñimiento y dolor estomacal.
Hierro encapsulado: Son formas de hierro más novedosas, que evitan la mayoría de los efectos adversos que producen las sales tradicionales y mejoran su absorción a nivel intestinal. Dentro de estos están los Microencapsulados.
El hierro no tiene unos límites máximos de ingesta diaria definidos por la EFSA, ya que no se ha detectado intoxicaciones hasta niveles de 1.200 mg por día para un adulto de 60 kg.
Sin embargo, cabe recordar que niveles altos de hierro al día (mayores a 150mg/día), sin recomendación médica pueden producir sobrecarga de hierro a nivel sanguíneo. Los niveles de ferritina (marcador de hierro en sangre) mayores de 200 𝜇g/mL indican niveles tóxicos de hierro, pudiendo producir problemas gastrointestinales tales como nauseas, vómitos, estreñimiento severo o letargo.
El hierro ha demostrado efectos beneficiosos para:
Función cognitiva normal.
Normal funcionamiento del sistema inmune.
Formación de glóbulos rojos, hemoglobina y transporte de oxígeno.
Correcto proceso de división celular.
Disminuye el cansancio y la fatiga.
El hierro desempeña las siguiente funciones principales en el organismo:
Transporte de oxígeno.
Metabolismo energético normal.
Composición de enzimas y proteínas.
Funcionamiento normal del sistema inmune.
Función cognitiva normal
Para determinar si tienes deficiencia de hierro, es importante estar atento/a a ciertos síntomas como cansancio constante, debilidad, palidez y falta de concentración. Sin embargo, para un diagnóstico preciso, es necesario realizar un análisis de sangre que evalúe los niveles de hierro en tu organismo. Si presentas alguno de estos síntomas, te recomendamos consultar a tu médico para obtener un diagnóstico adecuado.
La deficiencia de hierro y la anemia están relacionadas, pero no son exactamente lo mismo.
La deficiencia de hierro se refiere a una falta de hierro en el organismo, lo cual puede ser causado por una dieta pobre en hierro o una malabsorción del mismo.
Por otro lado, la anemia es una condición en la cual hay una disminución en la cantidad de glóbulos rojos o hemoglobina en sangre, generalmente causda por una deficiencia de hierro o por otras razones como enfermedades crónicas o pérdida de sangre.
En resumen, la deficiencia de hierro es una de las causas comunes de la anemia, pero la anemia puede tener otras causas además de la deficiencia de hierro. Si tienes síntomas como fatiga, debilidad o palidez, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso y determinar si se trata de deficiencia de hierro o de anemia.
Los niveles óptimos de hierro en sangre pueden variar dependiendo de diferentes factores, como la edad y el género. En general, los rangos considerados normales son:
Para hombres: Los niveles normales de hierro en sangre se encuentran entre 13,5 y 17,5 g/dL.
Para mujeres: Los niveles normales de hierro en sangre se encuentran entre 12 y 15,5 g/dL.
Es importante tener en cuenta que estos son rangos generales y pueden variar según el laboratorio y las unidades de medida utilizadas. Si tienes dudas sobre tus niveles de hierro en sangre, te recomendamos consultar a tu médico, quien podrá evaluar tus resultados en el contexto de tu salud general y proporcionarte una evaluación más precisa.
La deficiencia de hierro es la deficiencia nutricional más común en todo el mundo. Según estudios, se estima que alrededor del 20% de la población española puede presentar deficiencia de hierro en algún grado. Sin embargo, es importante destacar que estos datos son aproximados y pueden variar dependiendo de la población estudiada y los criterios utilizados para determinar la deficiencia de hierro.
Algunas personas teienen un mayor riesgo de presentar deficiencia de hierro. Entre los grupos de mayor riesgo se incluyen:
Mujeres en edad fértil: Las mujeres tienen un riesgo aumentado debido a la pérdida de hierro durante la menstruación. Además, en el embarazo y la lactancia también pueden aumentar las necesidades de hierro.
Niños y adolescentes en crecimiento: Durante las etapas de rápido crecimiento, como la infancia y la adolescencia, las necesidades de hierro son mayores para respaldar el desarrollo y la formación de nuevos tejidos.
Personas mayores: Los adultos mayores pueden tener un mayor riesgo debido a una disminución en la absorción de hierro y posibles deficiencias en la dieta.
Vegetarianos y veganos: Aquellos que siguen una dieta vegetariana o vegana pueden tener un mayor riesgo de deficiencia de hierro, ya que el hierro de origen vegetal (no hemo) se absorbe menos eficientemente que el hierro de origen animal (hemo).
Personas con enfermedades crónicas: Algunas condiciones de salud crónicas, como enfermedades inflamatorias del intestino, enfermedad renal crónica o enfermedades autoinmunes, pueden interferir con la absorción o el metabolismo del hierro.
El uso prolongado de antiácidos como el omeprazol puede aumentar el riesgo de padecer deficiencia de hierro. Los antiácidos de tipo inhibidores de la bomba de protones (IBP), como el omeprazol, reducen la producción de ácido en el estómago, lo que puede afectar la absorción de hierro de los alimentos. La disminución del ácido estomacal puede dificultar la liberación y la absorción del hierro de los alimentos, especialmente el hierro no hemo que se encuentra en fuentes vegetales.
La deficiencia de hierro puede tener diversas consecuencias en el organismo. Algunas de las principales son:
Anemia por deficiencia de hierro: La falta de hierro puede conducir a la disminución en la producción de glóbulos rojos y hemoglobina, lo que resulta en anemia. La anemia puede causar síntomas como fatiga, debilidad, palidez, falta de concentración y dificultad para respirar.
Problemas en el desarrollo y crecimiento: El hierro es esencial para el desarrollo adecuado del cerebro y el sistema nervioso en niños. La deficiencia de hierro durante la infancia y la adolescencia puede afectar el rendimiento cognitivo, el aprendizaje y el desarrollo físico.
Baja resistencia a las infecciones: El hierro es necesario para el funcionamiento óptimo del sistema inmunológico. La deficiencia de hierro puede debilitar el sistema inmunológico, lo que aumenta el riesgo de infecciones y dificulta la recuperación de enfermedades.
Fatiga y debilidad: La falta de hierro puede ocasionar una sensación constante de cansancio y debilidad, lo que afecta la calidad de vida y el rendimiento diario.
Problemas en la piel, cabello y uñas: La deficiencia de hierro puede manifestarse en cambios en la piel, como palidez o sequedad, así como en la fragilidad del cabello y las uñas.
La anemia tiene diversas manifestaciones clínicas, que pueden variar en intensidad según la gravedad y la causa subyacente de la anemia. Algunas de las manifestaciones clínicas comunes incluyen:
Fatiga y debilidad: La sensación de cansancio y falta de energía es uno de los síntomas más comunes de la anemia. Las personas pueden sentirse agotadas incluso después de un descanso adecuado.
Palidez: La piel, las membranas mucosas y las uñas pueden presentar un aspecto pálido debido a la disminución de los glóbulos rojos y la hemoglobina, que son responsables de proporcionar el color rojo a la sangre.
Dificultad para respirar: La falta de glóbulos rojos y hemoglobina puede afectar a la capacidad de transporte de oxígeno en el cuerpo, lo que puede llevar a una sensación de falta de aire o dificultad para respirar, especialmente durante la actividad física.
Mareos y desmayos: La disminución del suministro de oxígeno al cerebro puede provocar mareos, vértigo y, en casos más graves, desmayos.
Taquicardia: El corazón puede latir más rápido para compensar la falta de oxígeno en el cuerpo, lo que puede dar lugar a una frecuencia cardíaca acelerada o palpitaciones.
Dificultad para concentrarse: La anemia puede afectar a la función cognitiva y la capacidad de atención, lo que puede dificultar la concentración y el rendimiento mental.
Los suplementos de hierro pueden ser útiles en casos de deficiencia de hierro, pero su utilidad depende de la situación individual de cada persona. Estos suplementos están diseñados para proporcionar una cantidad adicional de hierro al organismo cuando la ingesta dietética no es suficiente, existen una malabsorción de hierro en el sistema digestivo o se tienen las necesidades de hierro aumentadas.
La elección del suplemento y la dosis dependerá de la gravedad de la deficiencia de hierro y las necesidades individuales de cada persona.
La fatiga y el cansancio están estrechamente relacionados con la deficiencia de hierro. El hierro es esencial para la producción de hemoglobina, una proteína que transporta el oxígeno desde los pulmones hasta los tejidos del cuerpo. Cuando hay una deficiencia de hierro, la cantidad de hemoglobina disminuye, lo que afecta la capacidad de los tejidos para recibir suficiente oxígeno.
Como resultado, las personas con deficiencia de hierro suelen experimentar fatiga y cansancio constante. Pueden sentirse agotadas incluso después de descansar lo suficiente y pueden tener dificultad para realizar actividades diarias. La falta de energía y la sensación de debilidad son síntomas comunes de la deficiencia de hierro.
La cantidad de suplemento de hierro que debes tomar depende de diversos factores, como tus niveles de hierro, la gravedad de la deficiencia y las recomendaciones de tu médico. Es importante recordar que cada persona es única y que las necesidades de suplementación pueden variar.
Existen diferentes situaciones en las que se puede recomendar tomar un suplemento de hierro. Algunas de estas situaciones incluyen:
Deficiencia de hierro: Si se diagnostica una deficiencia de hierro a través de pruebas médicas, es probable que se indique tomar un suplemento de hierro para ayudar a aumentar los niveles de hierro en el organismo.
Anemia por deficiencia de hierro: La anemia por deficiencia de hierro es una condición en la que los niveles de hierro en el cuerpo son insuficientes para producir suficiente hemoglobina, lo que afecta la capacidad de los glóbulos rojos para transportar oxígeno. En casos de anemia por deficiencia de hierro, se suele prescribir un suplemento de hierro para tratar la afección.
Necesidades aumentadas de hierro: Algunas etapas de la vida, como el embarazo y la lactancia, requieren una mayor ingesta de hierro. En estos casos, se puede recomendar tomar un suplemento de hierro para asegurar un aporte adecuado.
Malabsorción de hierro: Si se tiene una condición médica que dificulta la absorción de hierro, como la enfermedad celíaca o la enfermedad inflamatoria intestinal, es posible que se necesite tomar un suplemento de hierro para compensar la deficiencia causada por la malabsorción.
Sí, algunos alimentos y medicamentos pueden afectar la absorción de hierro en el organismo. A continuación, te menciono algunos ejemplos:
Alimentos ricos en calcio: Los alimentos ricos en calcio, como los productos lácteos, pueden interferir con la absorción de hierro. Se recomienda evitar tomar suplementos de hierro junto con alimentos o bebidas que contengan calcio, y se aconseja esperar al menos dos horas entre la ingesta de alimentos ricos en calcio y la toma del suplemento de hierro.
Alimentos ricos en fibra: La fibra presente en algunos alimentos, como cereales integrales, legumbres y frutas, puede dificultar la absorción de hierro. Se sugiere separar la ingesta de alimentos ricos en fibra y la toma de suplementos de hierro para facilitar su absorción.
Té y café: Los taninos presentes en el té y el café pueden inhibir la absorción de hierro. Se recomienda evitar tomar suplementos de hierro junto con estas bebidas o esperar al menos dos horas entre su consumo.
Antiácidos y medicamentos para el reflujo ácido: Algunos medicamentos utilizados para tratar la acidez estomacal, como los antiácidos y los inhibidores de la bomba de protones (por ejemplo, omeprazol), pueden disminuir la absorción de hierro. Si tomas estos medicamentos, es recomendable hablar con tu médico para evaluar la necesidad de suplementos de hierro y determinar la mejor manera de tomarlos.