Los telómeros y el envejecimiento
Descubre por qué los telómeros son clave en el proceso de envejecimiento y cómo la vitamina D ayuda a mantener su longitud, fortalecer el sistema inmune y promover la salud general.
El acortamiento de los telómeros es un indicativo de envejecimiento y una de las áreas de más investigación en los últimos años.
¿Qué son los telómeros?
Puede que el término ¨telómero¨ suene complicado, pero es fundamental para entender el envejecimiento.
Imagina el cordón de un zapato. La parte final del cordón está cubierta por un plástico para evitar que el cordón se deshilache, ¿verdad? Pues de forma sencilla eso son los telómeros.
Son zonas en la parte final del ADN que actúan como protectores del cromosoma y los protegen para evitar que se pierda información genética [1].

¿Por qué son importantes los telómeros?
Cuando nuestras células se dividen, un proceso esencial para el crecimiento y la renovación celular, lo que hacen es copiar el ADN (que tiene la información genética, como si fuera un libro con las instrucciones de funcionamiento de la célula).
Sin embargo, los sistemas que usa la célula para hacer esa copia hacen que siempre quede una pequeña parte final sin copiar. Esa parte final que se va perdiendo pertenece a los telómeros. Como los telómeros no tienen información relevante, sino que simplemente actúan como protector, no pasa nada. Pero cuando la célula ha hecho ese ciclo de copias muchas veces llega un momento en que los telómeros se desgastan por completo y, es entonces cuando se empiezan a perder partes del cromosoma que sí tienen información importante [2-3].
En base a ello, cuanto más largos sean los telómeros mejor, ya que estos protegen al cromosoma frente a la degradación y el deterioro durante la replicación celular. En este sentido, los telómeros aseguran que nuestras células se dupliquen de manera efectiva sin perder información importante.
¿Qué tienen que ver los telómeros con el envejecimiento?
Los telómeros se descubrieron en 1938 por el Dr. Muller y, desde entonces, se ha investigado su papel en los procesos de envejecimiento [4].
Los científicos creen que el acortamiento y disfunción de los telómeros son indicadores de envejecimiento celular, y se han asociado a enfermedades relacionadas con la edad y con la inflamación [5].
Durante los ciclos de división celular, los telómeros se van acortando. Cuando una célula se divide repetidamente y ya no quedan telómeros, se pierde información importante del cromosoma. De hecho, en 1960 Hayflick describió el número máximo de veces que una célula se puede dividir, conocido como ¨el límite de Hayflick¨. Cuando las células superan este límite, se producen cambios que llevan a la detención del ciclo de división celular, a la senescencia (envejecimiento celular) y, finalmente, a la muerte celular [6].

Los telómeros actúan como una especie de reloj del envejecimiento, que lleva la cuenta del número de divisiones celulares antes de que se produzca la senescencia. Las células senescentes (envejecidas), liberan sustancias proinflamatorias que afectan a las células vecinas y contribuyen a una inflamación crónica del organismo [7].
En el organismo, existe una enzima llamada telomerasa que es capaz de ir reparando parcialmente los telómeros, de forma que puede alargar la vida de la célula. De hecho, sabemos que las células tumorales tienen un cierto perfil “inmortal” debido a una expresión increíblemente alta de la telomerasa [8].
Los telómeros cortos y su relación con determinadas enfermedades
La longitud de los telómeros también está vinculada a diversas enfermedades. La evidencia científica ha demostrado que el acortamiento de los telómeros se asocia con una mayor progresión o severidad de algunas enfermedades [5]:
En la enfermedad hepática, los telómeros cortos se asocian con la senescencia de las células hepáticas (hepatocitos) y una mayor tendencia a desarrollar cirrosis.
En la diabetes tipo 2 los telómeros cortos se asocian a menor capacidad de secretar insulina y mayor intolerancia a la glucosa.
En las enfermedades cardiovasculares también se ha visto esta relación. Los telómeros cortos se correlacionan la gravedad de la cardiomiopatía, pérdida de función ventricular izquierda, reducción del número de células cardiacas y menor supervivencia después de un infarto de miocardio.
Los pacientes con trastornos músculo-esqueléticos, como la osteoartritis o artrosis, también presentan telómeros más cortos y una peor salud ósea.
En enfermedad renal crónica, los telómeros son más cortos en comparación con individuos sanos, lo que se asocia con un mayor riesgo de progresión de la enfermedad y de complicaciones.
Papel de la vitamina D en los telómeros
La vitamina D (VD) tiene diversos efectos en los procesos de envejecimiento. Un artículo del Dr. Martinelli, publicado en 2023, destaca la relevancia de la VD al reducir el envejecimiento epigenético, proteger la estabilidad del genoma, aumentar la longitud de los telómeros, estabilizar las proteínas, regular la expresión genética y actuar como antioxidante [9].

La evidencia científica demuestra que la VD mantiene la estabilidad genómica y la longitud de los telómeros en células sanas, además de tener propiedades antiinflamatorias y antiproliferativas que ayudan a mantener la longitud de los telómeros. Algunos estudios realizados en diversos tipos de pacientes han demostrado que niveles más altos de VD se asocian con telómeros más largos, mientras que la deficiencia de VD se correlaciona con telómeros más cortos [5,10-12].
Además de su influencia en los telómeros, la VD ayuda a fortalecer el sistema inmune y promueve la liberación de sustancias antiinflamatorias, lo que refuerza la capacidad del organismo para enfrentar los procesos de envejecimiento.
Conclusión: Puede ser importante mantener niveles óptimos de vitamina D de cara a mejorar la salud y ralentizar el envejecimiento
Como ya explicamos en otro de nuestros artículos, el envejecimiento se produce a partir de la edad adulta temprana y depende de muchos factores, pero hay dos procesos que pueden acelerarlo o ralentizarlo: la inmunosenescencia y el inflammaging.
Ambos procesos son dos caras de la misma moneda y pueden verse afectados por nuestras decisiones de estilo de vida: dieta, ejercicio, consumo de sustancias nocivas, polución, etc.
La VD actúa fortaleciendo el sistema inmune para que se mantenga funcional y joven. Al mismo tiempo favorece la liberación de sustancias antiinflamatorias contrarrestando el daño que el inflammaging produce en células y órganos.
La VD es uno de los nutrientes que más se ha estudiado en envejecimiento demostrándose que su deficiencia acelera el envejecimiento y la presencia de enfermedades asociadas con la edad.
Por lo tanto, mantener unos niveles óptimos de VD podría ayudarnos a mantener un mejor estado de salud según avanza la edad.
Debemos empezar pronto a tomar medidas, ya que el envejecimiento de las células empieza en las edades en torno a los 30 años. Un buen estilo de vida, nutrición antioxidante, actividad diaria, evitar sustancias tóxicas y buenos niveles de VD pueden ser de gran ayuda.
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BIBLIOGRAFÍA
[1] Franceschi C, Garagnani P, Parini P, Giuliani C, Santoro A. Inflammaging: a new immune-metabolic viewpoint for age-related diseases. Nat Rev Endocrinol. 2018 Oct;14(10):576-590. doi: 10.1038/s41574-018-0059-4. PMID: 30046148.
[2] Furman D., Campisi J., Verdin E., Carrera-Bastos P., Targ S., Franceschi C., Ferrucci L., Gilroy D.W., Fasano A., Miller G.W., et al. Chronic inflammation in the etiology of disease across the life span. Nat. Med. 2019;25:1822–1832. doi: 10.1038/s41591-019-0675-0.
[3] Di Micco R., Krizhanovsky V., Baker D., d’Adda di Fagagna F. Cellular senescence in ageing: From mechanisms to therapeutic opportunities. Nat. Rev. Mol. Cell Biol. 2021; 22:75–95. doi: 10.1038/s41580-020-00314-w.
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[5] Zarei M, Zarezadeh M, Hamedi Kalajahi F, Javanbakht MH. The Relationship Between Vitamin D and Telomere/Telomerase: A Comprehensive Review. J Frailty Aging. 2021;10(1):2-9. doi: 10.14283/jfa.2020.33. PMID: 33331615.
[6] Harley CB, Vaziri H, Counter CM, Allsopp RC. The telomere hypothesis of cellular aging. Experimental Gerontology. 1992;27(4):375-82. https://doi.org/10.1016/0531- 5565(92)90068-B
[7] Harley CB, Futcher AB, Greider CW. Telomeres shorten during ageing of human fibroblasts. Nature. 1990;345:458. 10.1038/345458a0
[8] Morin GB. Is Telomerase a Universal Cancer Target? JNCI: Journal of the National Cancer Institute. 1995;87(12):859-61. 10.1093/jnci/87.12.859.
[9] Martinelli RP, Rayego-Mateos S, Alique M, Márquez-Expósito L, Tejedor-Santamaria L, Ortiz A, González-Parra E, Ruiz-Ortega M. Vitamin D, Cellular Senescence and Chronic Kidney Diseases: What Is Missing in the Equation? Nutrients. 2023 Mar 10;15(6):1349. doi: 10.3390/nu15061349. PMID: 36986078; PMCID: PMC10056834.
[10] Hoffecker B.M., Raffield L., Kamen D.L., Nowling T.K. Systemic Lupus Erythematosus and Vitamin D Deficiency Are Associated with Shorter Telomere Length among African Americans: A Case-Control Study. PLoS ONE. 2013;8:e63725. doi: 10.1371/journal.pone.0063725.
[11] Liu J.J., Prescott J., Giovannucci E., Hankinson S.E., Rosner B., Han J., De Vivo I. Plasma Vitamin D Biomarkers and Leukocyte Telomere Length. Am. J. Epidemiol. 2013;177:1411–1417. doi: 10.1093/aje/kws435.
[12] Richards J.B., Valdes A., Gardner J.P., Paximadas D., Kimura M., Nessa A., Lu X., Surdulescu G.L., Swaminathan R., Spector T.D., et al. Higher serum vitamin D concentrations are associated with longer leukocyte telomere length in women. Am. J. Clin. Nutr. 2007;86:1420–1425. doi: 10.1093/ajcn/86.5.1420